Cap 5: Respiro
Tras llegar al hospital, tuvieron que explicar cómo
recibieron esas heridas. Tras un largo lapso tratando de explicarlo, dijeron
que sus heridas fueran causadas por un asalto por parte de los Daemon Barracks,
al oír este nombre, el resto de los pacientes se callaron y hubo el silencio,
Al parecer ese nombre provocaba cierto temor entre la gente.
Horas más tarde, atendieron la herida de Yolvar que, al
ser leve, le dieron el “alta”. Mientras, Korin aún seguía en operación:
-…Aún le están operando… lo mejor será dar una vuelta por
la ciudad así no molestaré en el hospital.-
En ese momento, Yolvar decidió ponerse la túnica y se dio
cuenta de que esta tenía agujeros:
-…Vaya faena… tendré que llevarla a remendar.-
Yolvar comenzó a caminar hacia la sastería mas rara de la
zona. Se situaba en un suburbio. Al entrar en ella lo primero que vio fue un
mostrador de madera y múltiples estantes con telas enrolladas y bobinas de hilo
por todos los lados. Al otro lado de la barra estaba un hombre mayor, gordo y
un gracioso bigote. Su aspecto era bastante grasiento y sudoroso.
-¿Que
desea?-
-Oh
hola, venía a que me repararan esta túnica ya que tiene un agujero grande y no
tengo manera de arreglarlo.-
-Haber… déjame
ver.-
Yolvar se sacó la túnica y quedó en pantalones pitillo
negros y una camisa del mismo color.
-Vaya… no había visto nunca una tela
como esta ¿de dónde has sacado una túnica así?- Dijo el sastre con
asombro.
·
Bueno… es un recuerdo de cuando finalicé mi
formación-
El sastre se fijó en las hombreras de la túnica y vio que
en una de ellas había una garra y en la otra una calavera:
·
oye chico… ¿En qué puñetas te has formado?-
·
Oh nada importante…Conjuración.-
·
No eres un demónologo o un necroheister?-
-… No que va… no me dedico a esas cosas.- dijo Yolvar para
disimular
·
Menos mal, no me dedico a hacer trabajos a ese
tipo de gente… juegan con los demonios y con los muertos… lo siento, nunca he
visto este tipo de hilo-
·
Está bien, entonces nada-
Yolvar decidió salir de allí y guardar en una maleta que
tenía la túnica y la pistola de magia. Tras esta operación decidió ir a visitar
a Korin y hablar sobre el estado de Korin y entrar en la habitación:
·
Hola Korin! He venido a ver como estabas.-
-…Hola…- Dijo Korin
Korin tenía puesta la máscara y la capucha para no mostrar
a Yolvar lo que realmente era:
·
ah por cierto las enfermeras me dijeron que eras
algo raro…-
-(pensando) mierda se habrá enterado de que soy…¿esto?...
no. no puede ser, a pesar de que no soy humano no hay manera de que se diera
cuenta.
-…supongo que será por tu habilidad de regeneración…
¡madre mia! Con esas heridas dicen que podrás estar fuera del hospital en poco
tiempo.-
·
Oh…será por eso jeje.- trató de disimular Korin
·
Si… hasta entonces descansa-
El cuerpo de Korin estaba cubierto de vendas, sobre todo
el tórax de Korin.
Tiempo después, Korin y Yolvar pudieron retomar su viaje:
·
Bien, ya me encuentro mejor, oye Yolvar…¿Qué
estas buscando? Es decir, ¿cuál es tu objetivo?-
·
Bueno estoy buscando destruir a los Daemon Barracks…venganza
principalmente. Además he descubierto con esta batalla que aún existen Gemas de
Vulcaria y debo acabar con ellas.-
·
¿Gemas de Vulcaria?- Respondió Korin con
incredulidad
·
Son gemas que se crean a partir de almas de
personas concediendo su muerte a la diosa de la codicia Vulcaria.-
·
Oh…bueno eso es mas que un motivo para unirte-
·
¿Eh? Nunca he dicho nada de unirme a ti…-
·
Vamos! Además Parece que los Daemon Barracks
están buscando a las espadas míticas así que si no te unes a mi me uniré yo a
ti-
-(…) parece que no tienes remedio… está bien te dejaré
unirte a mi… no sé cuando me podría hacer un portador de una espada mítica-
·
Entonces ¿Cuál es nuestro próximo destino?-
·
Mmm… veamos… aquí se supone que hay un templo,
en Cynstark, podremos atravesar por este paso de montaña.- Le explicaba Yolvar
a Korin en un mapa
En el momento en el que salían por las puertas de la
muralla en la ciudad una extraña niebla comenzó a cubrir el entorno en el que
estaban y un ataque inesperado estuvo a punto de golpearlos si no fuera porque
Lehez cogiera control de su mano y lo parara.
La niebla comenzó a disiparse:
·
Impresionante, has podido parar ese ataque sin
apenas inmutarte.-
·
¡Muestrate!- Exigió Korin
Cuando la niebla se disipó se dejo ver a una persona alta,
fuerte con el pelo largo, liso y Blanco. Iba con una chaqueta azul oscuro con
llamas decorativas Doradas. Su espada era lo más peculiar de su presencia: se
trataba de una katana formada con un cristal azul claro y un mango plateado.
·
Quien eres…-
Antes de que acaba de hablar Korin, el extraño espadachín
se abalanzara sobre él desprendiendo del suelo un par de piedras en el proceso.
·
Lehez-
La espada comenzó a brillar y a extenderse hasta alcanzar
el tamaño de una de dos manos. En un instante el espadachín desapreció y apareció
detrás de Korin dándole con el canto de la katana:
·
No tienes el poder necesario para vencerme, aún
no es el momento de enfrentarnos.- Dijo el espadachín antes de irse
definitivamente como vino: desapareciendo en la niebla.
·
Gah… maldito…-
·
No te preocupes Korin, volveremos a verle estoy
seguro, prosigamos hacia Cynstark-
Korin y Yolvar comenzaron su viaje juntos esta vez pero,
¿Quíen seria ese espadachín con la habilidad de teletransportarse?
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