Capítulo 1 – Y así comienza la cosa…
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ilouh no podía dejar de correr. Algo le perseguía. No sabía qué era. Sólo sabía que estaba ahí. Persiguiéndola. Cada vez más cerca. Notaba sus pasos, su respiración. Sabía que no le quedaba mucho. Se acercaba el final. Se dio la vuelta. Solo pudo ver sus fauces.
Silouh se levantó de golpe. Todo había sido un sueño. Uno demasiado real. Miró el despertador, las 6:00, era sábado y no tenía nada que hacer, aun así decidió levantarse, necesitaba una ducha fría. La ducha siempre es un buen sitio en el que pensar… hasta que llega la factura. Así que decidió ducharse rápido. Se sentó en el sofá y se puso a pensar, ¿por qué había tenido ese sueño? ¿Cómo podía ser un sueño tan real?, aún podía percibir el olor de esa especie de cosa extraña.
Llamaron al timbre, <<¿quién llama a las sei…? ¡Mierda!>> exacto, mierda, eran las 9:00, había quedado con Knut hace más de una hora para ver una película en su casa. Abrió la puerta.
- ¡La sesión de cine se traslada! – dijo Knut con una amplia sonrisa.
- Lo siento, se me olvidó.
- No problem my friend!, ¿dónde están las palomitas?
- Al lado del microondas, ¿qué peli toca hoy?
- ¡Zombie party!
- ¿Puedes dejar de gritar?
- ¿Resaca?
- No.
- Mm… entonces es… ¿resaca?
- ¿Me recuerdas por qué sigo siendo tu amiga?
- Porque tengo un sexapil que sólo perciben los que me conocen.
- Pues yo sigo sin percibirlo…
- Sí, ya, ya, tú mira la peli, ¿eh?
Tras ver la película de 99 minutos decidieron quedarse un rato hablando. Todo iba bien hasta que escucharon esa noticia en el telediario. Una joven había muerto en extrañas circunstancias, los policías estaban perplejos y todo eso que no suelen decir. Al escuchar esto, los dos iniciaron la cuenta atrás: tres, dos, uno… sus móviles empezaron a sonar, descolgaron a la vez, y antes de escuchar nada, dijeron al unísono un largo “ya vooooooy”. Tocaba currar, sí, tenían que currar el sábado, pringaos…
Observaron el panorama, una chica destripada, de unos veinti tantos años (no preguntéis cómo lo sabían si sólo se veían sangre y tripas…), a simple vista no se sabía quién o qué había cometido semejante atrocidad, ni a simple vista ni tras una investigación más profunda de lo que os gustaría imaginar.
Tras el fracaso con la investigación del cuerpo, empezaron a investigar la escena del crimen, pero era bastante difícil, ya que los policías no paraban de decirles: “no alteréis nada”, cosa que era imposible ya que mirases donde mirases sólo había sangre, el simple hecho de andar era una alteración de la escena del crimen. Inspeccionaron todo como pudieron, pero las únicas conclusiones que sacaron eran las siguientes:
1 – El sujeto no era humano.
2 – El sujeto no se correspondía a ninguna bestia de las que habían visto antes.
3 – Los policías son idiotas.
4 – Investigar una escena del crimen durante horas sin encontrar nada da hambre.
Visto lo mal que iba la investigación, decidieron pararse a comer. Pero como siempre, en los mejores momentos siempre aparece alguien con ganas de joder, y en este caso era Urbano, el tío más creído del mundo, eso sí, era su jefe, así que era un dios.
- ¿Habéis descubierto algo? – Knut le enseñó la lista nombrada anteriormente. – En resumen, no tenéis ninguna teoría.
- Sí que la tenemos, los policías son idiotas. – respondió Knut ofendido.
- Eso no es una teoría, ya está demostrado. – Hizo una pausa, breve, muy breve, más que nada porque no puede mantener la boca cerrada. - ¿Y vosotros sois los mejores investigadores de lo paranormal?
- No, no somos tal cosa, no sé de dónde has sacado esa estúpida idea. – Contestó Silouh harta de que Urbano la mirase el escote.
Por lo visto, el jefe-dios-súper-guay pilló la indirecta y se fue. Directamente se hizo el silencio… o no.
- ¿Patatas?
- Claro.
Y así concluye una de las conversaciones inteligentes de nuestros investigadores de lo paranormal.
A todos los que digan "tengo una sensación de deja vu con esta historia", sí, la he borrado (porque soy idiota) y la he vuelto a subir. Esta vez sí tengo intención de seguirla, de hecho ya tengo el capítulo dos y parte del tercero. Los que lo han leído dicen que es graciosa, pero como nunca me fío de los comentarios de los amigos, agradecería vuestros comentarios.
Nos leemos.
Aunque no te fíes de lo que te diga, está muy bien.
ResponderEliminarMe encanta, es que me parto.
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