21 oct 2013

La Cazadora Cazada - Capítulo 7

Desperté en una habitación blanca que olía a desinfectante, alguien me había entablillado el brazo. Estaba en el hospital. La luz del sol entraba a raudales por la ventana y proyectaba sus rayos sobre Jacob, que estaba dormido en un sillón. Observé sus rasgos, memorizándolos: su mentón anguloso y sus labios carnosos. El pelo le tapaba la mitad de la cara y había adoptado una postura forzada, por lo que sus músculos estaban en tensión. Le debía la vida, de no ser por él habría muerto desangrada. Realmente agradecía que él fuera más sensato que yo, no soportaría estar en ese sillón mientras él estuviera inconsciente.
Me encontraba inmersa en mis pensamientos cuando una enfermera entró en la habitación.
- ¿Qué tal te encuentras, querida? – me sonrió mientras comprobaba mis constantes. Al ver que yo miraba a Jacob, me informó – Lleva aquí toda la noche. Estuvo desquiciado hasta que lograron estabilizarte. Tienes suerte, además de guapo, parece buen chico. Bien, todo está en orden. En un rato te traeremos el desayuno y vendrá el doctor a verte, ¿de acuerdo?
Asentí, distraída. Cuando la enfermera cerró la puerta, Jacob se despertó de golpe. Parecía desorientado, pero al verme despierta sonrió:
- Buenos días, princesa – se acercó a la cama y me acarició el pelo. – No sabes el susto que me has dado.
Cerré los ojos disfrutando de sus caricias.
- Gracias por salvarme y por quedarte conmigo. – susurré.
- Te prometí que no me iba a ir, y no lo voy a hacer. Pero tú también me tienes que prometer que no te vas a volver a arriesgar así.
- Prometido.  – Tras un momento de silencio le pregunté - ¿Cómo sabías dónde estaba?
- Habíamos quedado en tu casa ¿recuerdas? Como no abrías, usé la llave que me dejaste. Al ver que no estabas me preocupé y cuando vi la carpeta abierta en la mesa supe seguro adónde habías ido. – Me dirigió una mirada dolida - ¿Por qué lo hiciste? , ¿por qué fuiste tú sola? Sabías que era peligroso.
- Bueno, ya está hecho ¿no? – dije desviando la mirada - Logré matarle y ya está.
- Sí, pero casi te lleva con él. Mírame, - me hizo girar la cabeza y mirarle a los ojos. - ¿por qué te arriesgaste? No me mientas, sabes que me lo puedes contar. Sé que querías matarle, vengarte. Jones te advirtió que no te precipitaras.
- Lo sé. – Cedí con resignación – Sutter era el asesino de mis padres. Hace unos años llegué a casa y encontré sus cuerpos. Ese día juré que me vengaría. Por eso entré en la Guardia del Sistema. – Empecé a llorar y ya no pude parar de hablar. -  Antes de que murieran yo dudaba de que el Sistema fuera la mejor opción, creía que el progreso que vende no justifica las muertes y los experimentos con humanos. Incluso simpatizaba con los rebeldes, pero cuando me di cuenta de que ellos también mataban, me decidí por un lado. El que estuvo conmigo en ese momento y no me lo había quitado todo. Por eso no lo pensé dos veces y fui a por ese hijo de puta, por su culpa mis manos están manchadas de sangre.
Jacob me abrazó con suavidad hasta que dejé de llorar.
- Me quedé sola por su culpa y seguí adelante de la única forma que supe y sólo para vengarme. Ahora que lo he conseguido ¿qué sentido tiene mi vida?
- El que tú quieras darle. Y ya no estás sola, me tienes a mí. Escúchame, Amanda, te quiero y voy a estar contigo y te voy a apoyar siempre.
Los ojos se me inundaron de lágrimas y lo besé en la boca. No podía creer que después de todo un camino de sangre hubiera algo bello, como puede ser el amor.

- Yo también te quiero, – murmuré – aunque me hace sentir que tengo un punto débil.

Se que no tengo perdón... en compensación os dejaré matarme... pero sin sufrimiento, por favor.
Un año es demasiado, lo sé, así que entiendo que muchos dierais a Amanda y Jacob por perdidos, engullidos por el Sistema...
Procuraré que no se repita, en cuyo caso podréis matarme con muuuucho dolor (espero que no sea necesario... jaja). Como muestra de buena voluntad, hoy subiré otro más. Intentaré volver a subir todas las semanas...
Espero que recuperéis un poco el hilo!!

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